Tomar anticonceptivos orales aumenta su riesgo de accidente cerebrovascular
Tomar anticonceptivos orales aumenta su riesgo de accidente cerebrovascular

Video: Tomar anticonceptivos orales aumenta su riesgo de accidente cerebrovascular

Video: Tomar anticonceptivos orales aumenta su riesgo de accidente cerebrovascular
Video: ¿Cómo prevenir un Accidente Cerebrovascular? 2024, Abril
Anonim
Image
Image

Los anticonceptivos orales se consideran hoy en día uno de los medios más eficaces para prevenir embarazos no deseados. Sin embargo, ¿los efectos secundarios de las drogas populares realmente superan los beneficios? Los médicos difieren en este aspecto. Algunas personas piensan que el estrógeno de las píldoras anticonceptivas es bueno para la salud del corazón. Sin embargo, investigaciones recientes en esta área no apoyan esta teoría en absoluto.

La exposición prolongada al estrógeno puede elevar la presión arterial, ha descubierto la Universidad Estatal de Michigan. A su vez, la presión arterial alta es un factor clave en el desarrollo de un ataque cardíaco y un accidente cerebrovascular.

Los expertos han descubierto que la exposición prolongada a la hormona conduce a la producción de altas concentraciones de un compuesto llamado superóxido, que provoca estrés en el cuerpo. Es una forma común de oxígeno que ataca a unidades biológicas susceptibles, incluidos lípidos, proteínas y ácidos nucleicos. La acumulación de este compuesto ocurre en un área del cerebro que es importante para la regulación de la presión arterial, lo que puede resultar en un aumento de la presión.

Anteriormente, el investigador Philip Hannaford de la Universidad de Aberdeen, tras una estrecha observación de 46.000 mujeres durante cuarenta años, concluyó que las mujeres que toman anticonceptivos tienen un riesgo reducido de desarrollar cáncer y enfermedades cardiovasculares.

En particular, se descubrió que las mujeres que tomaban píldoras anticonceptivas durante un período prolongado tenían menos probabilidades de morir por alguna enfermedad. Al mismo tiempo, Philip Hannaford hace una reserva: el estudio comenzó en 1968, y sus resultados son relevantes solo si hablamos de tomar un anticonceptivo antiguo.

Recomendado: